miércoles, 17 de junio de 2009

Manejo nutricional en gatos con dermatosis y alergias


Manejo nutricional en GATOS CON dermatosis y alergias.


MVZ, MPA, DrC. Carlos Gutiérrez Olvera


Se considera que del 15 al 25% de los casos que se presentan en la practica veterinaria van dirigidos hacia el diagnóstico y el tratamiento de problemas de piel y pelo.

Los trastornos felinos cutáneos más comunes son los abscesos, dermatosis parasitarias, alergias, dermatosis miliar, complejo granuloma eosinofílico, infecciones micóticas, reacciones adversas al alimento, dermatosis psicógenas, afecciones seborreicas, tumores neoplásicos y dermatosis mediadas por mecanismos inmunológicos.

Las enfermedades cutáneas relacionadas con la nutrición son poco frecuentes cuando los animales consumen alimentos comerciales nutricionalmente adecuados.

La baja calidad y cantidad de grasa de los alimentos son factores de riesgo de deficiencia de ácidos grasos esenciales. La baja digestibilidad de os nutrientes promueven la desnutrición energético-proteica. Niveles elevados de calcio inhiben la absorción de minerales como el cinc.

La piel es el órgano más grande del cuerpo y es una barrera anatómica y fisiológica entre el animal y el medio ambiente, por lo que sus necesidades energéticas y proteicas son muy elevadas.

Un mal aporte energético y proteico puede llevar a problemas en la queratinización, pigmentación del pelo y lípidos epidérmicos y sebáceos. Pelaje opaco, seco, quebradizo, despigmentación y alopecia en placas están muy relacionados con deficiencia de proteínas, al igual que una mala cicatrización.

Los ácidos grasos esenciales (linoleico, a-linolénico y araquidónico) son ácidos grasos poliinsaturados que predominan en los fosfolípidos de la piel, teniendo importante función el las lipoproteínas de la membrana celular. La instauración de estos ácidos grasos permite una alta fluidez de membrana y cambios conformacionales de esta. El ácido linoléico es parte importante de las ceramidas de la piel que evitan la pérdida de agua y otros nutrientes. Estos ácidos grasos son también precursores de eicosanoides. La deficiencia de estos ácidos grasos promueve la perdida transepidérmica de agua, aumenta el recambio epidérmico, hipertrofia de las glándulas sebáceas aumentando a su vez la viscosidad de la secreción de estas, mala cicatrización, susceptibilidad a infecciones y debilitamiento de capilares dérmicos lo cual se ve reflejado en el animal como: seborrea seca (escamas, debido a una mayor pérdida de agua de la piel), pelo enredado, pérdida de la elasticidad de la piel, alopecia, pelaje seco y opaco, eritrodermia, hiperqueratosis, desprendimiento epidérmico, exudación interdigital y otitis externa.

El cobre es un mineral esencial para la piel, varias enzimas que participan en la maduración del tejido conectivo son cuproenzimas, que participan en el entrecruzamiento de las cadenas de colágeno y elastina

La pérdida decoloración de la piel y el pelo y la baja densidad de este están asociados deficiencias de cobre debido a que este participa en la síntesis de melanina a partir del aminoácido L-tirosina y de la formación de la queratina a partir de paraqueratina.

El exceso de algunos minerales como el cinc, calcio o hierro pueden promover una disminución en la disponibilidad y absorción del cobre, promoviendo una deficiencia de este.

Se ha mostrado en gatitos que las deficiencias de cinc traen consigo adelgazamiento y crecimiento lento del pelo, escamas y ulceraciones en los márgenes bucales. Aparentemente el cinc tiene una estrecha relación con la absorción y utilización de los ácidos grasos esenciales, por lo que una deficiencia de este promueve problemas como los ya mencionados anteriormente con la deficiencia de estos ácidos grasos.

Los fitatos y el exceso de calcio, fósforo y magnesio en el alimento son factores de riesgo para la presencia de dermatosis a causa de deficiencia de cinc.

La vitamina A es un promotor del crecimiento, diferenciación y mantenimiento de los epitelios. El ácido retinóico activa receptores nucleares que promueven la proliferación y diferenciación de las células epiteliales. Ademas el ácido retinoico promueve el crecimiento del pelo ya que tiene actividad sobre el bulbo piloso. Experimentalmente, la deficiencia de vitamina A promueve la lesiones cutaneas y atrofia focal de la piel. Es importante recordar que el gato no puede utilizar al b-caroteno para producir vitamina A, por lo que es necesario suministrar esta ya preformada. Varios retinoides han sido utilizados para combatir problemas primarios de la queratinización, tale s como acné de la barbilla y la hiperqueratosis nasodigital, utilizandose estos de forma topica.

La vitamina E tiene una gran importancia como antioxidante, evitando la producción de radicales libres, por lo que su relación con los ácidos grasos poliinsaturados delos fosfolipidos de la membrana es muy importante. En los gatos la deficiencia de esta vitamina se encuentra muy relacionada con la dieta, los animales que consumen fuentes de ácidos grasos muy insaturados, como atún, pueden padecer esteatitis. Las dosis elevadas de vitamina E pueden estabilizar las membranas celulares y a los lisosomas, inhiben enzimas proteolíticas, aumentan la actividad fagocitaria y la inmunidad humoral y celular.

Algunas vitaminas del complejo B son importantes cofactores en el metabolismo de los ácidos grasos esenciales, como el caso de la piridoxina quien interviene en la desaturación del ácido linoléico y la elongación del ácido g-linolénico. La deficiencia de estas vitaminas pueden producir alopecia y seborrea seca escamosa.

Por lo anteriormente mencionado, los alimentos recomendados para gatos con problemas dérmicos deben tener una digestibilidad de la materia seca mayor al 80%, contener niveles de proteína de buena calidad entre 30 y 45%, niveles de lípidos de 15 a 25% con una presencia mayor al 1.5% de ácidos grasos esenciales y niveles de cinc y cobre adecuados (50-150 y 15-30 mg/kg respectivamente). En el caso de cachorros y hembras en lactación los niveles proteicos y energéticos se elevan, por lo que se requiere de 35 a 50% de proteína y 20 a 35% de lípidos.

La hipersensibilidad a la dieta se presenta cuando un animal sufre una reactividad inmunitaria específica (alergia) frente a uno o más componentes de esta. La hipersensibilidad a los alimentos se considera relativamente rara en los gatos, se considera que constituye únicamente el 1% de las dermatosis observadas en las clínicas veterinarias. Los alergenos o ingredientes específicos del alimento que causan reacciones inmunológicas en animales están poco documentados. Los antígenos alimentarios suelen ser proteínas, lipoproteínas, glucoproteínas o polipéptidos. En el caso de los gatos, se ha informado que en el 89% de los casos la carne de res, los productos lácteos y el pescado han sido los causantes de estos problemas y que la carne de pollo y otras aves, así como los aditivos han sido incriminados sin haber bases firmes.

Se ha considerado que un destete precoz de los gatitos puede predisponer al posterior desarrollo de alergias, debido a que el intestino inmaduro puede permitir el paso de macromoléculas que desencadenaran posteriormente una respuesta inmunitaria en el tejido linfoide.

En la mayoría de los gatos la hipersensibilidad a los alimentos se manifiesta como una dermatosis alérgica (97%), mostrándose esta, principalmente, como prurito intenso. Las areas del cuerpo más afectadas en los gatos son la cabeza, el cuello y las orejas. Se presenta frecuentemente otitis externa persistente.

Es importante descartar otras posibles alergias y realiza una historia dietética para poder determinar si el problema es causado por el alimento. Para dar un diagnostico definitivo deben seguirse tres pasos:

1. Administración de una dieta de eliminación. Esta dieta debe tener como características: a) un número limitado de fuentes de proteína (de preferencia una sola), b) que estas sean nuevas (a las que el animal no haya sido expuesto anteriormente), c) la digestibilidad de esta proteína debe ser alta (mayor al 87%) o ser hidrolizada, d) no contener aditivos, e) no contener niveles elevados de proteína, ni de aminas vasoactivas y f) proveer una adecuada cantidad de nutrientes propios de la edad, y estilo de vida del animal. La dieta debe introducirse de forma gradual en un periodo de 4 días. Suelen observarse signos de mejora clínica en menos de 3 semanas, aunque pueden tardar hasta 10 semanas.

2. Administración de una dieta de provocación para la confirmación. Debe administrarse la dieta original del animal o una dieta que se sepa produzca reacción alérgica al animal. Si aparece prurito en las siguientes 4 horas a 14 días, se confirma el diagnostico de hipersensibilidad alimentaria

3. Identificación del ingrediente causal en la dieta. A la dieta de eliminación se le debe añadir un ingrediente sospechoso, controlando la aparición de signos de respuesta alérgica en el animal. Este proceso debe repetirse con todos los alimentos sospechosos. Los componentes habituales de los alimentos para mascotas son la causa más probable de hipersensibilidad alimentaria (carne de bovino, soja, pollo, huevo, derivados lácteos, trigo, maíz, etc.).

Una vez reconocido el alergeno se debe recomendar un alimento comercial en base a los resultados de las pruebas de desafío. En algunos casos puede ser necesario un alimento nutricionalmente adecuado preparado en casa, esta debe ser bien balanceada y complementada con vitaminas y minerales..


Manejo nutricional del gato cardiópata

MANEJO NUTRICIONAL DEL GATO CARDIÓPATA.


MVZ, MPA, Dr.C Carlos Gutiérrez Olveera


Se menciona que los problemas cardiacos son la tercera causa mas frecuente de muerte no accidental en los perro y que en los gatos podria ser igual..

A partir de 1987 (disminución de 28% en 1986 a 6% en 1989), la incidencia de la cardiomiopatia dilatada congestiva felina tuvo una marcad reducción gracias a que se pudo relacionar con la deficiencia de taurina en estos animales y la adición de este aminoácido en las dietas comerciales para gatos.

Actualmente la cardiomiopatia hipertrófica y la restrictiva son las más comunes insuficiencias miocárdicas presentes en felinos.

La insuficiencia cardiaca congestiva es un problema frecuentemente asociado con enfermedad cardiovascular y requiere de modificaciones nutricionales.

Ciertos nutrientes han mostrado potencializar la progresión de enfermedades cardiacas, por lo que deben ser restringidos en la dieta de los animales con estos padecimientos, mientras que otros han mostrado beneficios dando soporte a las funciones del músculo cardiaco, por lo que su complementación es importante.

La insuficiencia cardiaca congestiva esta asociada a la retención de sodio, cloro y agua, por lo que es de suma importancia el control de estos nutrientes. En los estadios iniciales de la enfermedad cardiaca la capacidad para excretar el exceso de sodio se ve limitada, lo cual conlleva a hipertensión sistémica, por esta razón debe restringirse la ingesta de sodio a 0.3% de la materia seca en gatos. El cloro puede actuar como un vasoconstrictor renal directo, por lo que se recomienda su restricción también.

El potasio y el magnesio son elementos muy importantes en la función cardiaca, su deficiencia puede causar arritmias, reducción en la contractilidad del músculo cardíaco, producir debilidad muscular, y potenciar efectos adversos de glucósidos cardíacos y fármacos. Los diuréticos de asa o tiazidas pueden disminuir los niveles plasmáticos de potasio, predisponiendo a arritmias y deficiencias de taurina, en estos casos es recomendado la complementación oral de potasio, 3 a 5 mEq o mmol/kg de peso/día. Por el contrario, cuando son utilizados inhibidores de la angiotensina-convertasa y diuréticos no asociados con potasio, se puede presentar hiperkalemia, especialmente en pacientes con dietas elevadas en potasio o con crisis urémica aguda, por lo que se recomienda suspender suplementos con este mineral y cambiar el tipo de diurético. En el caso del magnesio la mayoría de los diuréticos pueden provocar hipomagnesemia, la cual es más marcada cuando los pacientes consumen bajos niveles de este en la dieta, la hipomagnesemia puede predisponer también a arritmias causadas por liberación de catecolaminas y se asocia también a aumento de la rectividad vascular. En estos casos se recomienda la complementación oral de óxido de magnesio de 20 a 40 mg/kg de PV/día.

El fósforo es un mineral comúnmente asociado con falla renal crónica, por lo que es también importante cuidarlo cuando se tienen problemas cardiocirculatorios. Su restricción es importante y se recomienda que los alimentos para gatos con problemas cardiacos no contengan más de 0.5% de la materia seca de este mineral.

La relación proteína-energía es de suma importancia sobre todo en pacientes que cursan con caquexia, en esto casos es necesario asegurar la ingesta adecuada de estos elementos. La utilización de ácidos grasos w-3 ha mostrado ser una alternativa para disminuir la caquexia cardiaca, debido a la alteración de la producción de citosina procaquexicas como las citocinas TNF e IL-1. En los casos de animales obesos es importante restringir la cantidad de energía aportada al animal mediante la utilización de alimentos hipocalóricos y promover la baja de peso.

Como se mencionó anteriormente, la taurina a sido relacionada con cardiomiopatia en gatos. La taurina ejerce un efecto estbilizador del calcio y del potasio sobre el tejido cardíaco, favoreciendo la estabilidad catiónica y la integridad de la membrana. Como tratamiento para la cardiomiopatia dilatada felina se ha propuesto la complementación de 250 a 500 mg al día, via oral. Como preventivo, se recomienda que los alimentos secos para gatos contengan de 1000 a 2000 mg/kg de MS y los alimentos húmedos de 2000 a 3000 mg/kg de MS.

La carnitina es de importancia crítica en el metabolismo de ácidos grasos en el miocito, tanto de músculo esquelético, como cardíaco. La deficiencia de carnitina se ha visto asociada a enfermedades cardíacas, sobre todo en ciertas razas de perros y su suplementación puede mejorar la función del músculo cardiaco. Se han utilizado de 50 a 100 mg/kg de PV/día via oral para el tratamiento de perros con cardiomiopatia dilatada.

La arginina es un precursor del oxido nitrico relajante del músculo. Mejora el flujo sanguíneo y aumenta la tolerancia al ejercicio. Se ha visto que gatos con trombocitopenia secundaria a cardiomiopatia tienen regularmente bajos niveles de arginina circulante a diferencia de gatos sanos.

Los animales con tratamientos prolongados con furosemida deben ser complementados con tiamina, ya que esta promueve su perdida urinaria y puede producirse deterioro cardiaco por deficiencia de esta vitamina. Se ha reportado además la deficiencia de vitamina B12 en gatos con cardiomiopatia dilatada, por lo que se recomienda la complementación de vitaminas del complejo B.

El daño causado por radicales libres ha sido implicado en el desarrollo y progresión de enfermedades coronarias, infartos miocárdicos y cardiomiopatias, además la cardiomiopatia dilatad ideopática se ha relacionado con altos niveles de estrés oxidativo y alteraciones en el sistema antioxidante endógeno. Además, la concentración de vitamina E está negativamente correlacionada con la severidad de estos padecimientos. Por lo que se ha mencionado, la suplementación con antioxidantes puede disminuir la progresión de las enfermedades cardiacas.

Importancia y Función de los Carbohidratos en la Dieta de Perros y Gatos

Importancia y Función de los Carbohidratos en la Dieta de Perros y Gatos


MVZ. MPA. D en C. Carlos Gutiérrez Olvera


En términos generales los carbohidratos, glúcidos o hidratos de carbono son moléculas compuestas por carbono, hidrógeno y oxígeno. Pueden clasificarse en azúcares simples (azucares de una a dos unidades); oligosacáridos (tres a nueve unidades) y polisacáridos (azúcares de más de nueve unidades). Dentro de los carbohidratos simples se encuentran la glucosa, fructosa y galactosa y los disacáridos sacarosa, maltosa y lactosa, entre otros; en cuanto a los oligosacaridos se pueden mencionar a la rafinosa y estaquiosa como algunos de los más importantes; y dentro de los polisacáridos ó azúcares complejos al almidón, celulosa, hemicelulosa y pectinas.

La función más importante de los carbohidratos en la nutrición de los animales es la de servir como fuente principal de energía para llevar a cabo los procesos normales de la vida. La fuente fundamental de energía para la mayoría de las células es la glucosa, esta necesidad puede ser cubierta mediante la síntesis endógena o a partir de los carbohidratos provenientes de la dieta. Las vías glucogénicas hepáticas y renales producen glucosa a partir de ácido propiónico, lactato, glicerol y algunos aminoácidos y luego la liberan a la sangre que la transporta a los demás tejidos; aparentemente la vía glucogénica permanece en constante actividad en las especies carnívoras.

Aunque los carbohidratos sirven como una fuente significativa de energía para los tejidos corporales, existe poca evidencia que demuestre la necesidad dietética de cualquier carbohidrato específico en los animales superiores y en el hombre. Algunos estudios en pollos han mostrado que estos crecen normalmente con dietas libres en carbohidratos si la proporción de calorías y proteína es óptima y si se incluyen triglicéridos en la dieta. El perro puede cubrir sus requerimientos metabólicos de glucosa mediante las vías glucogénicas a lo largo de su vida juvenil y adulta, siempre que disponga de grasa y proteína suficiente en la dieta. En los casos de gestación (desarrollo fetal) y lactación (síntesis de lactosa), los requerimientos energéticos son más elevados, por lo que se menciona que en estas etapas es requerida una fuente exógena de glucosa. Algunos estudios en perras lactantes y gestantes mostraron que si se proporcionan dietas ricas en proteínas y con buenas proporciones de aminoácidos gluconeogénicos (principalmente alanina, glicina y serina) estos animales no tienen problemas para parir y lactar a sus crías. La adición de carbohidratos a la dieta de animales gestantes y lactantes reduce la necesidad de proteína a 7 g de proteína digestible por unidad de peso corporal metabólico, ya que en dietas en las cuales no se incluyen estos la necesidad se incrementa a 12 g. En las perras lactantes se requieren de 13 a 18 g de proteína por unidad de peso metabólico cuando la dieta contiene carbohidratos y se incrementa hasta 30 g cuando no los contiene.

Los gatos presentan varios mecanismos característicos para metabolizar los carbohidratos de la dieta. En las especies carnívoras la gluconeogénesis es constante y se acelera constantemente tras la ingesta. En los gatos los aminoácidos gluconeogénicos de la dieta son desaminados y convertidos en glucosa en vez de ser oxidados directamente para producir energía. La fosfoenol piruvato carboxinasa (PEPCK), importante enzima gluconeogénica, no modifica su tasa de actividad en gatos alimentados previamente con dietas ricas en proteína y sometidos a ayuno. La actividad de esta enzima no se modifica cuando se proporcionan dietas bajas o ricas en proteína.

En el gato la tasa de metabolismo de la glucosa en el hígado no aumenta cuando lo hacen los niveles de carbohidratos solubles en la dieta, esto debido a que en este mamífero solo existe hexocinasa activa (enzima que cataliza la fosforilación de la glucosa) y no glucocinasa (la cual en otros mamíferos cataliza la misma reacción cuando hay una gran carga de glucosa vía vena porta).

Los alimentos comerciales para perros y gatos incluyen al menos niveles moderados de carbohidratos. Los alimentos secos contienen de 30 a 60% de carbohidratos, mientas que los enlatados entre 0 a 30%.

La mayoría de los carbohidratos utilizados en los alimentos para mascotas están en forma de almidón. El almidón está formado por cadenas de glucosa con enlaces a 1-4 y ramificaciones con enlaces a 1-6. Estos enlaces pueden ser rotos por las enzimas digestivas (a-amilasas) producidas por el páncreas (en perros y gatos se produce amilasa salival). Estos almidones se encuentran en forma granular. Los gránulos pueden tener formas y tamaños diferentes y pueden estar interactuando con otras moléculas. La estructura del gránulo de almidón afecta de diferente manera la digestión de éste, haciéndolo en determinado momento indigestible. Así, se pueden encontrar almidones de rápida digestión, como el caso de los almidones recién cocidos; almidones de digestión lenta, como en el caso de la mayoría de los cereales crudos; y almidones resistentes los cuales se encuentran en los granos y semillas enteros o solo partidos (físicamente inaccesibles), en tubérculos y frutos crudos como papa y plátano (gránulos de almidón resistente) y en algunos ingredientes cocidos y enfriados, en donde los almidones se cristalizan.

Aquellos almidones que escapan de la digestión intestinal pasarán a colon en donde serán fermentados por los microorganismos presentes en este lugar, promoviendo el sobrecrecimiento bacteriano, la producción de ácidos grasos de cadena corta y gases (metano, CO2 e hidrógeno) trayendo consigo la producción de flatulencias y distensión abdominal y diarrea. Además, estos carbohidratos no digeridos provocan una presión osmótica elevada lo que recae en una mala absorción de agua y electrolitos y a su vez en una diarrea de tipo osmótica.

Algunos disacáridos (sacarosa y lactosa) no son bien tolerados por los perros y los gatos. La capacidad para digerir y utilizar estos disacáridos depende de la presencia y niveles de las enzimas sacarasa (beta-fructofuranosidasa) y lactasa (b-galactosidasa). La actividad de la lactasa disminuye con la edad, por lo que la administración de gran cantidad de leche o productos lácteos en animales de edad avanzada puede provocar problemas de maldigestión. Por otro lado se menciona que animales muy jóvenes (primera semana de edad) presentan niveles bajos de actividad de la sacarasa, por lo que no es recomendado suministrar soluciones de sacarosa a este tipo de animales como fuente de energía.

A pesar de que, como ya se menciono anteriormente, los carbohidratos no son esenciales en la nutrición de perros y gatos, hay algunos carbohidratos que son utilizados de forma especial en lo referente a nutrición clínica, como son la xilosa, lactulosa, glucosaminoglucanos y los fructooligosacáridos.

La xilosa, una pentosa (azucar de cinco carbonos) es utilizada en perros para evaluar la capacidad de absorción intestinal, el vaciado gastrointestinal, la insuficiencia pancreática exócrina y el sobrecrecimiento bacteriano. Normalmente el 48% de la xilulosa ingerida vía oral es absorbida en sangre y excretada en la orina, si este porcentaje disminuye es diagnóstico de alguno de los problemas antes mencionados.

En el caso de la lactulosa (carbohidrato sintético formado por galactosa y fructosa) es utilizada con el fin de producir un efecto laxante y acidificante del colon, contribuyendo al secuestro de amoniaco. Este carbohidrato no es hidrolizado en el tubo gastrointestinal pero promueve el crecimiento de bacterias específicas como lactobacillus bifidus a nivel colónico. Sin embargo, un mal uso de este disacárido puede traer consigo diarreas de tipo osmóticas y exceso en producción de gases.

Los glucosaminoglicanos entre los que se encuentran el condritín sulfato (polímero de ácido glucurónico y N-acetil galactosamina) y el ácido hialurónico (polímero de ácido glucurónico y N-acetil glucosalina) son utilizados como suplementos dietéticos en los casos de animales geriátricos, enfermedades artríticas y problemas degenerativos articulares.

Los fructooligosacáridos (FOS) son oligosacáridos que contienen fructosa. Estos oligosacáridos no son digeridos a nivel de intestino delgado pero son utilizados a nivel colónico por cierto tipo de bacterias como bifidobacterias y lactobacillus promoviendo su crecimiento. Estos microorganismos promueven un pH ácido a nivel intestinal mediante la producción de ácidos grasos de cadena corta, inhibiendo con este el crecimiento de bacterias patógenas.

Además de los carbohidratos ya mencionados, otros carbohidratos, que aunque no esenciales en la dieta, son importantes en la nutrición de perros y gatos, son los conocidos como fibra. La fibra comprende carbohidratos complejos que resisten la digestión enzimática en el intestino delgado y son fermentados por la microflora del colon. Entre ellos se encuentran las pectinas, gomas, hemicelulosas y celulosa. La fibra no es imprescindible en la nutrición de perros y gatos pero si es de gran importancia para el mantenimiento de la salud y función gastrointestinal y el manejo clínico de ciertos padecimientos (diabetes mellitus, obesidad, hipercolesterolemia, cálculos biliares, síndrome de colon irritable, constipación, cáncer colorrectal, enfermedad de Crohn, etc).

Las fibras pueden clasificarse de acuerdo a la velocidad de fermentación en el tubo digestivo. Las fibras de rápida fermentación producen una mayor cantidad de AGCC y gases en un corto tiempo, en comparación con las de lenta fermentación. A medida que aumenta la velocidad de fermentación de la fibra, disminuye el tiempo de tránsito gastrointestinal y el volumen de las heces, incrementándose la excreción de ácidos biliares.

La solubilidad de las fibras también es importante ya que esto les permite la capacidad de retener agua. A mayor solubilidad mayor capacidad de retener agua y de formar geles y soluciones viscosas. Esta capacidad es utilizada con el fin de retrasar la absorción de nutrientes, reducir la glucemia postpandrial, retasar el vaciado gástrico demorar el tránsito gastrointestinal, reducir la interacción de las partículas del alimento con las enzimas digestivas y la superficie epitelial.

En el caso de obesidad, la utilización de fibras como la celulosa y la cáscara de cacahuate promueven el llenado gástrico reduciendo el consumo voluntario, además de servir como diluyentes de calorías.

Para la prevención y el tratamiento de padecimientos como el síndrome del colon irritable y la constipación, la utilización de fibras fermentables han sido utilizadas con resultados positivos, aumentando la incorporación de agua a las heces y aumentando el volumen fecal.

Las fibras solubles han sido utilizadas en pacientes con diabetes mellitus para reducir la glucemia postpandrial. Estas fibras forman geles en soluciones acuosas, lo que dificulta la transferencia conectiva de la glucosa y el agua a la superficie de absorción del intestino, modulando la curva de respuesta glucémica y disminuyendo las necesidades de insulina mensuales.

Es importante mencionar que, si bien la administración de fibra en los alimentos para mascotas es importante, un exceso de esta puede conllevar a diversos problemas en cuanto a la salud animal. Un exceso de fibra fermentable puede producir efectos laxantes y causar diarreas. La digestibilidad de los nutrientes se reduce al aumentar la cantidad de fibra de fermentación lenta. A medida que se incrementa la cantidad de fibra, la digestibilidad de materia seca se reduce. La fibra, además afecta la disponibilidad de minerales.

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Manejo Nutricional del Perro y el Gato Diabéticos

Manejo Nutricional del Perro y el Gato Diabéticos


MVZ. MPA. D en C. Carlos Gutiérrez Olvera


La diabetes mellitus en un trastorno endocrino crónico debido a un déficit relativo o absoluto de la acción de la insulina. Esta deficiencia promueve la elevación de la glucosa sanguínea y glucoprivación celular.

La incidencia en de esta enfermedad en animales de compañía se menciona se encuentra entre 0.2 y 1% de los animales que ingresan a las clínicas veterinarias. En el caso de los gatos la edad es un factor predisponerte muy importante, del 70 al 90% de los casos son animales de mas de 6 años. Otros factor prediponente importantes son la inactividad, neoplasias pancreáticas, administración prolongada de progesterona y progestina y factores genéticos.

En el caso de los humanos se mencionan dos tipos de diabetes:

Tipo I: Insulinodependiente, principalmente debida a una destrucción auto inmunitaria de la células b de los islotes de Langerhans

Tipo II: No insulina dependiente, caracterizada por una menor producción de insulina, resistencia a esta y depósitos de amiloide en páncreas.

La diabetes de tipo I es la más frecuente en los perros, sin embargo en el caso de los gatos no ha sido bien estudiada además que en la mayoría de los casos no se ha reportado la presencia de anticuerpos anticelulares par células de los islotes.

A diferencia de los humanos, tanto en perros como en gatos, la mayoría de los casos con diabetes del tipo II, requieren de todos modos la aplicación de insulina.

En el caso de los gatos diabéticos, el depósito de amiloide en los islotes pancreáticos (precipitado de amilina, producida por las mismas células b junto con la insulina y que tiene un efecto importante en la regulación de la concentración de glucosa en sangre) puede ser la causa de la necesidad de administrar insulina en los casos de diabetes tipo II.

Aparentemente, el gato tiene una resistencia natural a la insulina, la cual es una adaptación a una dieta estrictamente carnívora para mantener niveles óptimos de glucosa en sangre, por lo que el proporcionar un alimento rico en carbohidratos a estos animales, sobretodo animales viejos e inactivos, puede llevarlos a problemas diabéticos.

El control de la dieta juega un papel preponderante en el tratamiento de la diabetes mellitus, permitiendo regularla concentración de la glucosa sanguínea y minimizando las fluctuaciones pospandriales de esta.

Para un manejo nutricional adecuado deben de tomarse en cuenta la constancia de los ingredientes y nutrientes la dieta, esto permite un mejor control de la glucemia y una mejor acción de los hipoglucemiantes orales. Es por tanto necesario utilizar alimentos con formulación fija y evitar los alimentos caseros. Los alimentos semihúmedos no deben ser utilizados en este tipo de animales debido a que utilizan como humectantes azúcares simples.

La cantidad de energía requerida por un animal diabético es similar a la de un animal sano, aunque en el caso de sobrepeso se requerirá restringir esta.

El suministro de alimento debe ser programado de acuerdo a la aplicación de la insulina. Se menciona que una administración de insulina de corta duración dos veces al día produce un efecto más seguro que la insulina de larga acción. El alimento, cuando se administra la insulina dos veces al día, deberá suministrarse 1 o 2 horas después de la insulina. En el caso de la administración de insulina de una vez al día la comida deberá suministrarse antes del pico de actividad de esta, en estos casos también se recomienda que el alimento sea repartido en tres o cuatro comidas al día, minimizando a su vez las fluctuaciones pospandriales de la glucemia.

Composición de nutrientes: El manejo de los nutrientes es de suma importancia para el paciente diabético.

En humanos se ha recomendado la restricción de proteína en pacientes diabéticos debido a la incidencia de neuropatía diabética, sin embargo en el caso de gatos esta complicación es muy rara, sin embargo es importante que la proteína que se proporcione sea de alta calidad. El alimento debe contener de 28 a 45% de proteína en base seca y una digestibilidad superior 85%.

En el caso de lípidos debe de llevarse una restricción de estos, sobre todo cuando se habla de gatos domésticos con exceso de peso u obesos. Se ha observado en pacientes diabéticos pancreatitis incúrrete por lo que el exceso de lípidos en la dieta podría traer problemas colaterales. Se recomienda la cantidad de lípidos en las dietas de animales diabéticos sean menores a 20% de la materia seca.

En cuanto a carbohidratos deben buscarse fuentes de estos que minimicen la glucemia, a este respecto los carbohidratos complejos, como almidones, promueven un índice glucémico debido a una digestión y absorción lenta. El tipo de almidón, su origen y procesamiento provocan variaciones en el índice glucémico. El almidón de la cebada promueve un índice glucémico menor (al igual que el de sorgo), por lo que es más recomendado para pacientes diabéticos, contrario a lo que sucede con el de arroz. Los alimentos para gatos no deben contener fructosa debido a que estos no la metabolizan, produciendo poliuria y daños renales. En general se recomienda que los carbohidratos complejos deban proporcionar más del 40% de las calorías del alimento de animales diabéticos.

Las fibras solubles, como las pectinas, gomas, mucílagos, fructooligosacáridos y algunas hemicelulosas, tienen la capacidad de almacenar agua, retrasando el vaciamiento gástrico y reduciendo la velocidad de absorción. Aparentemente las fibras solubles forman un gel en solución acuosa que dificulta la transferencia conectiva de la glucosa y el agua a la superficie de absorción, esto conlleva al aplanamiento pronunciado de la curva de respuesta glucémica, permitiendo mejorar su control. 10 a 15% de fibra en gatos han mostrado la reducción de la fluctuación de la glucosa sanguínea.

En el caso de los minerales, el cromo ha sido utilizado como potenciador de la insulina (se le ha denominado factor de tolerancia de la glucosa). Se ha suministrado a perros en forma de tripicolinato de cromo.